Ideas tecnológicas para «agradecer» la enseñanza de las personas mayores
i4Life, spin-off de la Universidad de Oviedo, gana el premio CEEI empleando la ingeniería para mejorar la vida de padres y abuelos
«La sociedad está diseñada para los jóvenes y, realmente, lo que somos se lo debemos al esfuerzo y la enseñanza de nuestros padres y abuelos. Nosotros queremos darles las gracias, empleando la tecnología para mejorar su calidad de vida». Marián García, profesora de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI), ha tenido siempre claro el objetivo de su empresa, i4Life, una spin-off de la Universidad de Oviedo que comenzó su trayectoria 'oficial' el pasado mayo, pero en la que se lleva trabajando tres años. De hecho, su nacimiento data de 2015 como una iniciativa social en el seno de la EPI.
Desde entonces hasta ahora, el camino ha sido constructivo, pero no fácil. Más difícil desde el punto de vista burocrático, que desde el propiamente empresarial. Porque el proyecto y la idea eran firmes y lo que hizo fue pulirlos. Como uno de los mentores principal el CEEI, -que les acaba de otorgar el premio al mejor proyecto empresarial de base tecnológica dotado con 10.000 euros- en donde i4Life entró en una aceleradora de empresas en el ámbito del envejecimiento activo y saludable. Ahí fue el momento de enfocar hacia dónde debía caminar. Después, el paso por la iniciativa eHealth hub, financiada por la Unión Europea, sirvió para definir cómo poner los productos en el mercado.
El lanzamiento, en mayo de este año, comenzó con varias líneas de trabajo. La principal es la orientada en los enfermos de párkinson. Para ellos se ha diseñado un bastón geolocalizado (i4walk) que, al tiempo que les da estabilidad, ayuda a evitar y superar los episodios de bloqueos en la marcha que suelen sufrir estas personas. Asimismo, les va midiendo las constantes vitales y las envía directamente al médico a través de un software (i4park). Es una app que se ofrecerá conjuntamente al bastón y que posibilitará tanto el acceso a tests de seguimiento, como la elaboración de informes médicos que irán directamente al ordenador del especialista. El precio del bastón, cuando salga al mercado, se estima en 325 euros.
Con sociedades médicas
Al tiempo que el proyecto se iba desarrollando, explica Marián García, «fuimos colaborando con sociedades médicas, como la Sociedad Española de Neurología. A ellos también les permite investigar desde la perspectiva del especialista». Ahora, con ese camino recorrido, empezarán a probar los bastones y recabar datos para su mejora en cincuenta personas en un proyecto que financiará Impulsa. Será en colaboración con la empresa de Antonio Corripio, AC Servicios, que facilitará la llegada a pacientes de todo tipo. Los bastones se desarrollarán en una empresa asturiana y estarán listos en diciembre próximo.
Paralelamente i4Life, integrada por cuatro personas, comenzará este jueves, 22 de noviembre, un crowdfunding en Verkami para lograr el dinero para invertir en los moldes de otro producto: el pulsioxímetro, un aparato pensado para las personas que padecen EPOC y que mide, de manera sencilla y precisa, el pulso y oxígeno en sangre. ¿El futuro? Marián García se ciñe al plan de negocio «que nos dice que en dieciocho meses vamos a ganar dinero». Será el momento de buscar inversores y comprobar que los 150.000 euros invertidos hasta el momento han cumplido su objetivo.