Desde Somonte hasta el espacio

La lanzadera 'Ariane 6', que se pondrá en órbita en 2020, llevará piezas gijonesas | La empresa Olmar, integrada en su mayoría por ingenieros asturianos formados en la EPI, fabrica un autoclave para la Agencia Espacial Europea

EL COMERCIO

En el año 1945, Olegario García Hevia y sus hermanos fundaron en El Natahoyo Hijos de Constantino García, S. A., una compañía dedicada fundamentalmente a la compra y reparación de maquinaria para trenes y barcos que más adelante rebautizaría García Hevia juntando las primeras sílabas de su nombre y el de su esposa, María García Santos. En el año 2020, Industrial Olmar irá al espacio. O casi. La empresa gijonesa, que actualmente está especializada en el diseño y la fabricación de autoclaves, formará parte del 'Ariane 6', la lanzadera que prepara la Agencia Espacial Europea y que previsiblemente será puesta en órbita en el año 2020.

 

Si Olegario y María, ya fallecidos, pudiesen elevar su mirada al cielo, verían sus nombres impresos en los esqueletos de fibra de carbono de los Airbus A350, A380 o A400M que surcan el espacio aéreo internacional. Y es que muchos de los autoclaves que se construyen en la factoría del polígono de Somonte se exportan y se emplean para tratar componentes aeronáuticos.

Gracias a la presión y las altas temperaturas a las que se someten las resinas de carbono durante los complejos ciclos de tratamiento que se llevan a cabo en el interior de las máquinas, estos nuevos materiales adquieren propiedades óptimas para acabar convirtiéndose en piezas de aeronaves. «La integración de los polímeros de fibra de carbono en diferentes capas unidas dota a las estructuras de la fuerza y propiedades de carga necesarias para que el producto final tenga mayor resistencia y ligereza que los tradicionales metales», explican en la dirección comercial de la compañía. A esto se suma una mayor durabilidad frente a la fatiga y la corrosión, características que «reducen sobremanera los costes de mantenimiento» e implican un menor consumo de combustible.

Además de en el ensamblaje de aviones comerciales, esta tecnología se utiliza en la automoción y la ingeniería civil. También, en el sector aeroespacial.

Olmar, que diseña y construye aproximadamente cuarenta autoclaves al año, exporta el 90% de su producción y cuenta con 1.500 referencias en 150 países. Pero, ¿cómo ha conseguido una empresa familiar hacerse con un proyecto de estas características, al que podían competir solamente otras dos compañías?

Según sus responsables, el secreto está en combinar tradición con i+D, «aprovechar la experiencia de siete décadas y no dejar de innovar». También en no tener miedo a reinventarse generación tras generación. «Siempre hemos buscado diversificación, tanto de productos como de mercados», asegura el director comercial.

De aquella empresa dedicada a la reparación de maquinaria se evolucionó a la fabricación de calderas y de ahí, a los autoclaves. Bajo la dirección actual, tercera generación, la maquinaria de Olmar pasó de emplearse en la industria conservera y otras alimentarias, al tratamiento de madera para la construcción o el caucho para la automoción. Después, en la industria del vidrio hicieron uso de Olmar multinacionales como Saint Gobain, Pilkington o AGC. Hace diez años se hacían autoclaves de 3,5 metros de diámetro; el que se fabricará para el proyecto del 'Ariane 6' tendrá 7,5 y pesará 160 toneladas.

«Inversión»

La plantilla de Olmar está conformada casi íntegramente de asturianos. Sus ingenieros mecánicos y de software, formados en la región -la mayoría salen de la Escuela Politécnica de Ingeniería- y trabajando para el mundo, llevan meses volcados en el proyecto, cuyo contrato se firmó a principios de año. En él aplicarán muchas de las soluciones obtenidas gracias a la «continua inversión» de la compañía en i+D. Dada su complejidad, el autoclave se irá fabricando a la par que la ampliación de las instalaciones que Airbus Defence and Space tiene en Getafe.

En Gijón se prefabricarán, por partes, el bloque a presión, así como los componentes que en septiembre se trasladarán a Madrid para su soldadura y la posterior prueba hidráulica del equipo a presión. Paralelamente, en el polígono de Somonte se llevará a cabo tanto el diseño de armarios eléctricos como la programación del software de control. A raíz de este proyecto Olmar, que está en sus «mejores años», ya ha recibido otras consultas del sector aeroespacial.

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